16.11.18

IN MEMORIAM DEL P. PERFECTO VÁZQUEZ


…NO es posible, no es posible. En mi obsesión por no creer lo que uno quiere no saber, negué la evidencia que la realidad impertérrita trataba de anunciarme: HA MUERTO EL P. PERFECTO. Me aferré a mi subconsciente y traté de sobrevivir con el recuerdo del P. Bautista. Se habrá muerto el P. Perfecto, pero no el P. Bautista, me dije  Hasta que desperté y asumí que el P.PERFECTO-BAUTISTA es cierto que había muerto.

No voy a extenderme en elaborar una semblanza del P. Perfecto. Sólo decir que cuando yo llegué a Samos (10 años tenía) tímido y sin más zurrón que un colchón de corcho, una maleta de madera y un ajuar numerado con el 16, me impactó la energía de aquel monje de apenas 25 años, que nos hizo pensar que era el gran profesor de latín, y lo era,  pero su gran pasión y dedicación eran las matemáticas (está en posesión de varios reconocimientos de las universidades americanas). Le cogí cariño, me cogió cariño, y me las hizo pasar muy crudas en aquel examen oral de final de curso, cuyo tribunal conformaban el P. Abad el P. Prior y el propio P. Bautista. Yo tenía 11 años, era junio, hacía calor, pero temblaba de miedo. No salió mal el examen, aunque contaban mucho las notas del curso (las notas que consistían en estar de “Rey” o en los primeros puestos de clase). Logré una buena nota. Pero la logré porque él me inculcó el esfuerzo, la responsabilidad y el cumplimiento del deber.

 Salí de Samos en  1966, y aquel verano volví a reencontrarme con el aún P. Bautista, porque nos hizo una visita a Pepe y a mí, desplazándose a Éntoma ( O Barco). Y desde entonces hemos mantenido un continuo contacto por carta y también con las visitas que todos los años nos hacía, y que  aprovechábamos para que oficiase en todas las ceremonias familiares. No le costaba nada reorganizar su agenda, subirse a un avión y estar allí en donde se le pedía.

Me llamaba de vez en cuando  por teléfono, y procuraba hacerlo a unas horas que no interrumpiese la actividad profesional. Soy Perfecto…gritaba desde la otra orilla del Atlántico con un acento  de gallego en Brooklyn y que muchas veces me hacía dudar si su voz venía a través de los hilos de telefonía o entraba directamente por el quicio de la puerta.  Él me  escribía cartas y yo le contestaba  Y esas cartas las guardo, porque son las cartas en un mundo en el que ya nadie nos escribe, como tampoco le escribían al  viejo coronel de la novela de Gabriel García Márquez.

Se ha ido nuestro profesor, nuestro Prefecto, nuestro maestro de ceremonias, nuestro amigo, nuestro animador de las Xuntanzas trianuales. Yo ya no tendré quien me escriba y me envíe los recortes de prensa que medían su enorme energía. Y nosotros, vosotros, ya no tendréis a un ser querido que, como las golondrinas de nuestros viejos pueblos, regresaban todos los años a su nido.

Pudo haber sido el  Abad que Samos precisaba. Me lo comentó, pidió mi opinión, pero él no podía someterse a unos postulados caducos y trasnochados que le exigían  Y lo rechazó. No se portaron bien con él. Él enriqueció la biblioteca monacal. Deshice cientos de paquetes con libros que, con su sueldo, compraba y enviaba al P. Maximino. Envidiaba aquellas encuadernaciones de libros en inglés con fotografías a color y que yo, al deshacer los paquetes, ojeaba. Y él seguía enviando libros, dinero a Samos. Y él seguía queriendo a Samos. Le deben un homenaje, le deben un respeto, le deben un afecto y un  reconocimiento que no le dieron en vida.

Pero desde aquí, querido viejo profesor, querido amigo, querido Perfecto, estés en donde estés, tendremos un recuerdo infinito, un cariño inmenso para ti, porque nos has servido de ejemplo y sigues y seguirás  estando siempre  en nuestras vidas y en nuestras Xuntanzas. Descansa en paz.

RICARDO L. MARTÍNEZ BARROS.

P. S.
Hoy la prensa nos informaba de la triste noticia del fallecimiento del P. Perfecto Vázquez, nuestro exprofesor y amigo.
Aquí le recordamos en este fotorreportaje:
Perfecto Vázquez en su época de novicio en Monasterio de Samos.

 P. Perfecto/Bautista con la Comunidad de Samos en la visita del cardenal Larraona.

 P. Bautista como rector del Colegio Claustral.
 P. Perfecto, llegado de Nueva York para asistir en 2009 a la VI Xuntanza de Exsamonenses.
 En la Sala de Piano, durante el acto oficial de la VI Xuntanza.
En la foto oficial de la VI Xuntanza
En sus visitas veraniegas siempre aprovechaba para reunirse con una buena representación de sus exalumnos del Monasterio. Aquí le vemos en Leiro y en Vigo.

En Samos, en agosto de 2017
En Domaio (Moaña) hace tan sólo tres meses y medio.

1 comentario:

Lito dijo...

Para conocimiento de todos los que lean este blog, informaros que el FUNERAL por el P. Perfecto será el próximo sábado, dia 24 a las 4 de la tarde en PENOSIÑOS,
He contactado con el único sobrino que tiene en España, antiguo empleado del HOSPITAL POVISA, y que se llama JOSE BENITO. Estará la hermana del P. Perfecto, pues el hermano Manolo vive en EE UU, y el P. Perfecto quiso que se le enterrase en este pais.
Un abrazo