25.2.10

LA REFORMA DE LAS PENSIONES: UN ENGAÑO

El Director del Fondo Mundial Internacional (FMI), Dominique Srrauss-Kahn, no es sospechoso, a priori, de estar en connivencia con los postulados que configuran la Reforma del Sistema de Pensiones que propone el actual Gobierno español. Tampoco son sospechosos los contenidos de los estudios que periódicamente hacen las distintas entidades bancarias de este país sobre el futuro colapso de las pensiones (baste recordar los Informes de la Caixa de 1998, del Banco Santander, de 1992 y 1999, del BBV A, del 2005 y 2007, del Banco de España de 2002 y 2009). Tampoco es sospechoso este Gobierno de querer aguar la fiesta a todos aquellos que se las prometían muy gozosos, y que ya programaban su nueva etapa como jubilados a partir de los 65 años de edad. Aquí los sospechosos son los que no comulgan o no aceptan las premoniciones y decisiones que se toman por unos individuos y unas instituciones u organismos que caminan alejados de la realidad y de las necesidades que para el resto de mortales son tan palpables. Basta ya de tanto engaño!

La “crisis en España es muy fuerte”. Cierto. Pero no sólo la crisis financiera, económica y de mercado de trabajo. Hay otra crisis que es aún más grave. La de los valores. Sí, el valor del esfuerzo en el trabajo (aquí se premia al holgazán, al inepto, al subvencionado, al arribista al lameculos…) El valor de la solidaridad, el valor del compromiso y de la seriedad. El valor de la familia y de la autoridad. El valor del sacrificio y del estímulo. Hay que hacer un gran esfuerzo solidario para salir de la crisis. Vaya Vd. y recorra las cafeterías y bares de este país a media mañana y verá cuantos españoles solidarios hay que están haciendo un gran esfuerzo, junto con los pocos que no levantan cabeza en todo el día, para salir de la crisis. Todo es una entelequia, un engaño!

El día 23-F del año en curso (España ya no se libera de la maldición de los 23-F. Por favor, ni se case ni se embarque en 23-F!). Pues ese día maldito los sindicatos (¿qué es eso?) salen a la calle y gritan ¡No, no! ¡67, no! Debían referirse a la protesta contra el denominado pensionazo. Pasó totalmente inadvertido. Qué más les da a ellos, si tienen el privilegio de “estar liberados” y representarse a sí mismos. Si no fuese porque ya pasaron los Carnavales, más de uno debió pensar que aquello se parecía mucho al entierro de la sardina.

En un interesante trabajo, publicado el pasado verano por Vicenç Navarro, se hacían una serie de observaciones sobre las causas determinantes de esa alarma sobre las pensiones, y que obligan a hacer una serie de reflexiones, porque ni es el aumento del porcentaje de ancianos ni tampoco la disminución del número de jóvenes. Son las políticas que siguen empeñadas en no estimular el acceso de la mujer al trabajo y que también siguen empeñadas en “castigar” o “favorecer” que las familias tengan menos hijos. En un sistema, como el español, en el que el sistema de pensiones se financia principalmente con la aportación de las cotizaciones sociales, habrá de procurarse que se incorporen mas cotizantes al sistema y que nazcan más niños, porque efectivamente nuestro país tiene el record de ser el que menor natalidad presenta (¡vaya logro de este Gobierno!).

1º Deben aumentarse las pensiones, aumentando previamente los salarios.

2º Debe flexibilizarse la edad de jubilación ¿por qué un juez, un abogado, un empresario, un catedrático, un científico, un médico … tienen que jubilarse forzosamente a los 65 ó 67 años si quieren seguir trabajando y cotizando?

3º Debe prohibirse la prejubilación que determinadas empresas emplean para permitir cambios en sus plantillas.

4º Debe facilitarse el acceso al trabajo del colectivo de mujeres (si España tuviese la tasa de participación de la mujer en el mercado de trabajo como lo tiene Suecia, habría tres millones mas de cotizantes a la Seguridad Social)

5º El Estado debe aumentar las aportaciones para las pensiones y disminuir los sueldos y prestaciones a determinados colectivos y personas que no merecen esos privilegios. Sobran muchos cientos de miles de funcionarios, comisionistas, intermediarios, cargos políticos y “liberados” que están lastrando la economía de este país y obligando a unos sacrificios desproporcionados que deben hacer determinados colectivos de trabajadores. ¡Guerra al inepto y al holgazán!


Se están dando pasos muy débiles y cortos que no son suficientes. El acuerdo que han suscrito Gobierno, Sindicatos y Patronal en orden a elevar el período de cotización a 15 años (hasta ahora era de 4.700 dias) o retrasar la jubilación parcial (o anticipada) a los 61 años (hasta ahora era de 60 años) o extender la pensión de viudedad a las parejas de hecho, no son más que pequeños parches en una gran balsa de goma que tienen importantes rajas por donde se cuela nuestro futuro y nuestras esperanzas de tener un mejor futuro. Que no nos engañen, porque el problema está en un defectuoso análisis de la situación y en una peor terapia de curación. Por eso aquí y ahora hacemos esta denuncia.
Ricardo Martínez Barros (Ártículo que se publicará proximamente en la revista "Entre Mayores").

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