Las arcadas y galerías sustentadas al jónico estilo nos acogieron en horas de estudio, juegos y oración.
Nuevamente, el 6 de junio de 2009, el monasterio con la fachada de su iglesia engalanada y reformada, nos mostraba su semblante lozano y austero. Habíamos elegido esta fecha para congregarnos en torno al querido cenobio samonense. Desde diferentes y alejados puntos de la geografía acudimos con puntualidad a esta cita trienal, que lleva camino de consagrarse como un hito referente en nuestras vidas.
Desde Vigo vino la pancarta que luciría en la escalinata de la iglesia durante toda la jornada.En el claustro grande, junto a la portería, iniciamos los abrazos y los primeros saludos. Varios monjes acudieron a recibirnos. El collarín del hermano Julián suscitó más de una pregunta.
Fotos que se repiten xuntanza tras xuntanza y los trienios que van marcando en los rostros nuestro peregrinar por los muchos vericuetos de la vida. El Padre Fructuoso Pisabarro, exrector del colegio con sus exalumnos Celso Penedo y José Vidal.
Corrillos, novedades, conversaciones animadas, alegría por el reencuentro...
El Padre Agustín Miguélez, el último rector del colegio, charla con Ricardo Martínez Barros.
En el claustro de la Hospedería, junto a la entrada del colegio, pudimos recrearnos en una pequeña exposición de material escolar, álbumes de fotos de la época, tabajos personales de la etapa escolar en Samos...Los más rezagados se fueron incorporando a lo largo de la mañana.
Quisimos visitar la dependencia que fuera celda del Padre Feijoo y oratorio del colegio durante nuestra etapa escolar. En la actualidad, los monjes la han dedicado íntegramente a celda-museo del ilustre monje de esta Abadía.
En la antesala se han colocado los muebles de archivo proviniente de San Vicente del Pino en Monforte. Sobre la mesa del centro, varias fotografías originales de Luis Alonso Ocaña.
El Padre Prior, José Luís Vélez, relatándonos varios detalles de la celda del P. Feijoo.
También se cursó visita a las instalaciones del colegio. A todos nos sorprendió el estado impecable de los baños, como si no hubiesen pasado por él los casi cincuenta años de su existencia.
El Padre Bautista (P. Perfecto en la actualidad), exrector del colegio charla animadamente con sus exalumnos Ricardo Martínez, Gerardo Vega y Manuel Regal. Un momento de entrañables recuerdos en la antigua sala de juegos.
Veinte minutos antes de la misa conventual, un grupo de diez exalumnos improvisamos un pequeño coro. El ensayo fue en el oratorio de la Comunidad, acompañados de la música de órgano, magistralmente tocado por Gerardo Vega. Tres cantos (para la entrada, el ofertorio y la comunión) fueron nuestra humilde contribución a la misa de Angelis.
Seis reuniones en los últimos catorce años ya se han consagrado en costumbre y los actos se repiten con una aceptada rutina. Todos saben cuándo, dónde y cómo y eso agiliza la organización. En la imagen de arriba, en los mismos bancos de siempre durante la misa.
El Padre Bautista, durante la homilía. Él ofició la misa, concelebrada por los demás monjes de la Comunidad. Agradeció especialmente que la Comunidad le ofreciese presidir la Eucaristía.
Nosotros agradecemos su ilusión y el esfuerzo de acudir desde Nueva York, donde ejerce el sacerdocio desde hace casi cincuenta años.
Cúpula, pechinas y bóvedas daban nuevamente cobijo a nuestras voces y plegarias. La belleza y armonía del espacio invita a la elevación del espíritu.
La Comunidad de monjes concelebrando la misa, momentos antes de la consagración.
Los exalumnos interpretan un canto durante el ofertorio.
Gerardo Vega en el órgano de la iglesia. Tubas, trompetas y clarines traducen cada movimiento de sus dedos y pies. El sonido puro del órgano nos transporta a tiempos pretéritos.
Encuentro con el alcalde de Samos, D. Julio Gallego, en la iglesia mientras Gerardo Vega hacía sonar el órgano con acordes festivos y solemnes.
Después de la misa quisimos rezar en la cripta de la sacristía, donde reposan los restos de muchos monjes -amigos, profesores - que fueron coetáneos nuestros en el monasterio.
La oración incluyó también a los exalumnos fallecidos.
Acudimos al Claustro Grande para hacernos la foto oficial, como es costumbre. En esta ocasión elegimos una vez más la estatua del Padre Feijoo como telón de fondo pues luce aspecto nuevo despues de unas recientes obras de limpieza y restauración.
Después de la sesión fotográfica nos dirigimos a la Sala del Piano para el acto oficial de encuentro y salutación con la Comunidad y con el alcalde de Samos. Hubo intercambio de regalos y alocuciones llenas de calor y sentimiento.
Mientras la gente iba acudiendo a la sala del Piano, algunos compañeros aprovecharon para salir a la balconada que vuela sobre el río y poder disfrutar nuevamente del encanto del agua lamiendo los vetustos muros monacales.
El Padre Prior, el alcalde y la edil de servicios sociales, el Padre Perfecto , Ricardo Martínez Barros y Manuel Busto Galego presidieron el acto.
El Padre Prior, José Luis Vélez da la bienvenida oficial y abre el acto. Nos manifiesta la alegría de la Comunidad por este nuevo reencuentro y nos habla de los proyectos presentes y futuros del Monasterio.
Los ex-alumnos entregan, de manos de Ricardo Martínez Barros, al Padre Prior un cuadro de autor con el escudo del Monasterio.
Depués de las palabras de bienvenida y saludo del alcalde se realiza un intercambio de obsequios entre el Concello y los ex-alumnos.
D. Julio Gallego posa con el barco traído desde Vigo por los ex-alumnos samonenses.
Intervención de Ricardo Martínez Barros en la cual expresa al Monasterio y al Concello el amor al Monasterio y a Samos que sentimos los ex-alumnos que aquí nos congregamos. Indicando que somos una suerte de embajadores dispersos por el mundo y que llevamos el pabellón de Samos como insignia donde quiera que vayamos.
Intervención de Ricardo Martínez Barros en la cual expresa al Monasterio y al Concello el amor al Monasterio y a Samos que sentimos los ex-alumnos que aquí nos congregamos. Indicando que somos una suerte de embajadores dispersos por el mundo y que llevamos el pabellón de Samos como insignia donde quiera que vayamos.
Los ex-alumnos reciben del Concello una guía de Samos, un libro de un exalumno del Monasterio y un plato decorativo con el escudo del Concello de Samos.
El Padre Bautista (P. Perfecto) también expresa a los presentes unas palabras llenas de alegría y emoción. Y obsequia a la Comunidad con un cuadro elaborado en Belén.
Después de una mañana densa y entrañable en el Monasterio, acudimos al restaurante de siempre, "A Veiga", para compartir y departir.
Viandas preparadas con el esmero propio de la casa, siempre solícita y amiga. Y brindis merecido a los excelentes vinos PAGOS DEL GALIR (Colección Rosa Rivero), obsequio del compañero José Barros García, elaborado en su afamada bodega de Éntoma (Valdeorras). Gracias, Pepe.
A media tarde, después del ágape y la sobremesa emprendimos viaje al valle de Lóuzara. San Cistóbal, San Juan, El Priorato y la ruta literaria de Fiz Vergara Vilariño eran nuestros objetivos. Todo había sido preparado de antemano, si bien la lluvia no había sido invitada. Y fue este el gran inconveniente para lograr nuestro objetivo de disfrutar de las excelencias naturales de este valle.
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