29.4.14

CARTAS DESDE A MIÑA CELA (II). RAMÓN CABANILLAS ENRÍQUEZ 1949 -1950

As 29 cartas de Cabanillas a Isidoro Millán que agora publica Luís Cochón, con abundantes notas explicativas sobre persoas e obras citadas nas cartas, á parte dunha constante manifestación de afecto a un mozo lingüista, constitúen un excelente documento sobre a xeira final do Cabanillas novamente entregado á causa do galeguismo. O poeta escríbelle a un mozo dunha familia coa que ten relación desde sempre, porque Isidoro é neto de Ramona Fraga Padín, da familia cambadesa dos Fraga que desde a infancia foi protectora de Cabanillas; e polo que contou Isidoro, foi a súa avoa quen propuxo o nome de Ramón para o neno Ramón Enríquez cando se bautizou (anos despois levará o apelido Cabanillas do seu pai biolóxico), e andando o tempo o poeta apadriñaría un irmán de Isidoro a quen chamaron Ramón.


O corpo do Epistolario transcorre desde o verán do 1948 até outubro do 57, algo máis de dez anos, cáseque os últimos do poeta. Os primeiros catro (48, 49, 50, 51) compoñen o período samonense, o *Meu convento (ou *N’Abadía) onde Cabanillas residiu (fóra de viaxes a Lugo, a Madrid ou a Cambados) de contado; lugar que parecía escolleito para que a morte o atopase (son moitas as referencias a ese final presentido: “no es improbable, que, si es posible, termine allí mis días”.)
Samos será o poemario derradeiro do autor, piadoso, expiatorio, onde o poeta semella percorrer as catorce estacións do seu propio Vía Crucis, en catorce poemas. Alguén pensou que o penitente ía profesar no convento beneditino. Falando de Camiños no tempo: “creo que el público lo tomará como un Libro de Misa, dada la fama que aún conservo de revolucionario y que es tan inexacta como la de místico que empiezan a colgarme”.

Monasterio de Samos
06- 10- 49
Sr. D. Isidoro Millán González-Pardo
Pontevedra
Querido Isidoro:
Me decido a escribirte porque te supongo libre de los apuros de los exámenes, cuyo éxito tengo descontando. Y ahora ¿qué va a ser? ¿Derecho?¿Filosofía y Letras? Tu afición tal vez lo último. La conveniencia seguramente lo primero.
Vivo en absoluta ignorancia de lo que pasa en el mundo: paz, sí; pero a costa de silencio completo, no sólo verbal sino escrito porque mi correspondencia es escasísima y, además, hace meses que no leo un periódico ni oigo una radio.
De mí poco puedo decirte. Ayer corregí la última página de mi libro, en el que no se hizo más que una modificación de que habíamos hablado: sustituir el subtítulo “No adro” por el de “A lúa no adro”. Veremos como sale: para mí ya ha perdido todo interés y creo que el público lo tomará como un Libro de Misa, dada la fama que aún conservo de revolucionario y que es tan inexacta como la de místico que empiezan a colgarme.
Un poco por matar el tiempo y otro poco por apremios del Abad me metí en el berenjenal de versificar unos cuantos aspectos de la vida monástica y del monasterio: alrededor de 400 alejandrinos y de 800 endecasílabos, que, como comprenderás, se resienten de precipitación y de escasez de léxico, porque aquí no disponía ni de diccionarios gallegos ni de nada de lo relacionado con el idioma. Tengo copia a máquina de todo ello. También di la última mano al ensayito sobre la Copla, que quedó pasable, al menos en algunos trozos.
El Abad parece estar muy satisfecho de las poesías y me dice que hará una edición de lujo (hará unas 100 páginas) con grabados. Vivir para ver. Claro que yo a lo único que me opondré será a que se emplee la fotografía, porque los libros con fotografías me dan la sensación de prospectos comerciales.
(…)
Recuerdos en tu casa
Te abraza con todo cariño tu buen amigo
Ramón


25- 11- 49
[Madrid]


Querido Isidoro:

Lo de Samos aún no está completo ni pulido porque pienso adicionarlo: una copia de lo hecho hasta ahora tuve que enviársela a Ramón que me la pidió con mucha insistencia.
(…)
Yo no sé que será de mi vida. A Cambados creo que tardaré en ir porque realmente es el sitio que tengo menos que hacer y que menos me interesa. Aún no comenzó el invierno (aunque llovió copiosamente, nevó en el Guadarrama y hace frío) y ya estoy pensando en la primavera: desde luego desde Mayo estaré en Samos, en donde creo que tendré mi sepultura.

Sabes cuanto te quiero
Te abraza con todo cariño
Ramón
No dejes de escribirme, que yo lo haré también aunque sea tarde y deslabazadamente.


22- 07- 50
Monasterio de Samos

Querido Isidoro:

La poesía de Prudencio, a través de tu versión, claro está, me gustó tanto que intenté llevarla al gallego: primero, rápidamente, salió esa traducción un tanto parafrásica, pero advertí que las amplificaciones no le añadían belleza alguna y le restaban esa encantadora concisión y precisión del latín, que lamento mucho no conocer como quisiera; después, traté de reducirla al número de líneas del original: ninguna de ellas me satisface y las hubiera tirado al cesto, pero me encantaría colocarla, porque responde a mi sentimiento, como introducción o, mejor, como colofón de mi trabajo sobre Samos: te envío las dos para oír tu opinión, para mí decisiva, y para que en el caso improbable de que estimes aceptable el intento me indiques no sólo las deficiencias sino si sería posible un zurcido de ambas, o la sustitución de alguna línea.
Estos días haré la copia definitiva de Samos. 
Mis cariñosos recuerdos a todos los de tu casa
Un abrazo de tu buen amigo
Ramón
¡Hoy me hincharé de berros en ensalada!


04- 08- 50
Monasterio de Samos

Querido Isidoro:
Recibí tu cariñosa carta: encantado con tu solución, a ella se ajustará la traducción de Prudencio. Empleé “rolantes”, de “rolar” porque me parece más eufónico, menos duro y más vago que “rodar”. Como espero que en el tiempo de las vendimias coincidamos en Cambados, de ello hablaremos.
(…)
Ah, y que se me olvide del reuma y mande a paseo el dentista: 15 días en Samos y... nuevo–
Me dijo el P. Bibliotecario que ha recibido el libro de las traducciones de Prudencio, preparado, según me dice, por un sacerdote salmantino, joven: aquí están suscritos a la Biblioteca de Autores Cristianos: lo veré. Estuvieron  aquí Pazó y Sánchez Cantón con quienes fui a Villardevós: fueron recibidos como oblatos.
Mi salud corre flojilla, pero esta temporada estoy muy bien. Aquí están cinco o seis opositores a notarías, estudiando 15 horas diarias: entre ellos un chico de Almería, inteligente y simpático, con el que trabé buena amistad. También está haciendo vida claustral, un sacerdote de la Rusia Blanca que ya se hallaba aquí: uno de estos días tendremos misa de ese rito.
Es tarde. Perdona el estilo telegráfico. Recuerdos.
Te abraza tu amigo
Ramón

No hay comentarios: